Empecé con la aplicación Tripline (con ella está hecha el mapa con la ruta en rojo que podéis ver en esta web). La consideré interesante en ese momento por poder reflejar lo espectacular del reto. El mundo rodeado por una línea roja es un referente que no deja indeferente a nadie. Y cuando le dices que es en moto, más. Por lo tanto, era una imagen muy válida para lo que vendría después.
Ya con la moto y sus dispositivos, ahora mismo tengo otras “herramientas” más válidas. De hecho no he vuelto a entrar en Tripline, jejeje.
Teniendo en cuenta la ruta prevista como referencia, es necesario saber tiempo y kilómetros, para poder hacer un posible presupuesto. También contar y estudiar países de paso para resolver el posible papeleo en cada uno de ellos, que veremos en otro apartado.
A partir de aquí, vi conveniente “crear”, en el sentido literal de la palabra, la ruta plasmada en mapas e introducirla en los dispositivos que ya tenia. Garmin Navigator V de la moto y el GPS Garmin GPSMap 64S. De esta manera y exportándola al Google Earth pude comprobar, más o menos real, el estado de la ruta, lugares de paso, dificultades del terreno, objetivos a visitar y muy importante ilustrado con fotos que valen más que mil palabras.
Ya con la moto y sus dispositivos, ahora mismo tengo otras “herramientas” más válidas. De hecho no he vuelto a entrar en Tripline, jejeje.
Teniendo en cuenta la ruta prevista como referencia, es necesario saber tiempo y kilómetros, para poder hacer un posible presupuesto. También contar y estudiar países de paso para resolver el posible papeleo en cada uno de ellos, que veremos en otro apartado.
A partir de aquí, vi conveniente “crear”, en el sentido literal de la palabra, la ruta plasmada en mapas e introducirla en los dispositivos que ya tenia. Garmin Navigator V de la moto y el GPS Garmin GPSMap 64S. De esta manera y exportándola al Google Earth pude comprobar, más o menos real, el estado de la ruta, lugares de paso, dificultades del terreno, objetivos a visitar y muy importante ilustrado con fotos que valen más que mil palabras.